Tuercas

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viernes, 6 de noviembre de 2015

EQUIPAZO!



“Cuando las cosas van bien, siempre aparecen montones de “amigos”, pero es en los momentos malos cuando aparecen los de verdad”. Esta frase la he tenido muy presente a lo largo de mi vida, principalmente en momentos importantes de mi etapa futbolera (llegue a debutar en segunda y también estuve en el ostracismo de la lesión, sin equipo). Por eso, estoy tremendamente abrumado por la cantidad de mensajes de apoyo que he recibido durante el último mes. Me considero un afortunado de tener tanta gente detrás, que con un simple mensaje ha aportado su granito de arena, su empujón diario, para que yo me sienta cada vez mejor.


Mañana se cumpliran 4 semanas desde que rompí la clavícula, pero allí dejé cosas más importantes. En el asfalto de Queen K quedaron meses de duro entrenamiento e ilusión, una gran inversión económica y lo peor, un gran estado de forma. Volver la vista atrás no sirve de nada, sólo son malos recuerdos. El pasado jueves me quitaron el cabestrillo y puedo empezar a mover algo el brazo. Así que contento de ver una pequeña mejoría y de poder limpiarme el sobaco sin ver las estrellas.

Después de la tempestad, llega la calma.


Pero volvamos a los agradecimientos, en este post el protagonista no soy yo. Porque la clavícula se va a curar, yo volveré a entrenar, volveré a competir y todo esto será un mal sueño, una pesadilla. Pero en esta pesadilla he tenido momentos muy satisfactorios. Saber que aunque sea un deporte individual, a mi alrededor tengo un pedazo de EQUIPO. Ser consciente de que  tengo una pareja que tiene el cielo ganado, un hermano-entrenador (Siempre serás el mejor) que a pesar de tener sus propios problemas ha estado pendiente y una familia, amigos (fisio) y compañeros de curro que ya los quisiera cualquier persona. Y además de esto, que ya sería suficiente, un montón de conocidos que, sin ser amigos, han estado muy pendientes de mi evolución vía rrss o whaatsupp. A todos, ¡MUCHAS GRACIAS!

2 comentarios:

  1. No nos conocemos, pero seguí con cierta estupefacción tu carambola de mala suerte. Recuerdo el caso de Iñigo Pérez Nieva, uno de los grandes del Ironman español de la primera época. Creo que en 1993,él era muy joven.Accidente de bici entrenando en Konami los días antes no pudo competir. Entonces ir a Kona era peregrinar.Cómo ahora,pero aún más de rara avis . Sus desvelos se perdieron pero se juramentó para volver...y vaya si lo hizo.Será hoy uno de los españoles que más veces haya regresado.

    Si crees en ello, tu historia será también bella.Como la de él.

    Saludos.

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  2. Buenas Pablo,

    Gracias por el comentario. Poniendome en la piel de Iñigo, creo que su experiencia seria aún peor. Yo al menos pude experimentar esos nervios previos, debió de pasarlo realmente mal, con una gran impotencia. Me alegro de que se sacara la espina y en más de una ocasión. Yo tardaré unos años en volver (siempre que sea capaz de volver a hacerlo, no es fácil), no puedo permitirme ese lujo a nivel económico. Me informaré de su historia, me gusta escuchar historias del pasado! Aqui en Salamanca me gusta visitar a Juan "Salamanca" y que me cuente alguna. No debemos de olvidar a los que abrieron camino!

    1 saludo y gracias

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