Toca el timbre. Todos al recreo.
Son las 10:30 de la mañana. Tras los primeros minutos de excitación o nerviosismo,
se decide quién echa a pares o nones. Cada uno va eligiendo aleatoriamente a
sus compañeros de clase con el objetivo de formar el mejor equipo de fútbol posible.
Normalmente, los que forman los equipos son “los mejores”, con la idea de que
éstos sean parejos. Para la elección del portero, o se pone alguno que tenga
especial interés, o se inicia rápidamente una carrera (sprint) para llegar a
tocar el poste. El último que lo toca se sitúa bajo palos, a lo Zubi.
Frases como: “lo importante es
participar” son comunes, pero la realidad es otra. Tú quieres ganar, quieres
ser uno de los que elige equipos, o si no, ser de los primeros en ser elegido.
Estamos en 1º de EGB (joder, qué mayor soy) y se es ya competitivo. Quieres
ganar porque jugar mola, pero ganar… ganar mola mucho más y encima no te van a
vacilar.
Escribo esto porque últimamente
me muevo en un mundillo en el que oigo frases bastantes desafortunadas contra
el fútbol. A mí me gusta mucho el fútbol, me gusta el juego, lo que sucede en
el césped. Odio, por experiencia, gran parte de lo que sucede fuera.
“Si el triatlón fuese fácil, se
llamaría fútbol”: El fútbol, a mi juicio, es competitivo desde el recreo. Casi
todos los niños juegan al fútbol… Y lo fácil, cuando no te eligen o no eres de
los que eligen, es dejar el fútbol. Lo
realmente complicado es continuar compitiendo. Jamás en un colegio oirás: “¿Echamos
un triatlón?” Lo más aproximado es: “¿Echamos una carrera hasta…?”. No me gusta
cuando oigo esa frase. El número de fichas que mueve el fútbol no lo sé, pero
llegar a tercera ya es sumamente difícil por el número de gente que practica este
deporte. Por lo tanto, si el triatlón fuera fácil… Yo, NO lo llamaría fútbol.
Superclase, ex-soccer player |
Hay chicos que eligen otros
deportes desde temprana edad. No digo que TODOS elijan el fútbol. Mi experiencia
es que con 10 años, mientras compaginaba natación y fútbol, acabé inclinándome
por apostar todo al fútbol. Mi hermano decidió seguir nadando, para
posteriormente dedicarse al triatlón. Mi hermano ha sido internacional muchos
años y durante muchos de ellos yo era un “tercerola”. Soy de los que piensa que
es injusto que un “tercerola” gane muchísimo más que deportistas
internacionales. Esto es así. Es tan real que como futbolista yo ganaba
bastante más de lo que gano actualmente de bombero. Cuento esto porque creo que
si se mueve mucho más dinero será porque hay gente apasionada con él, la cual
decide apostar por el equipo local de fútbol antes que ayudar a atletas
excepcionales de otros deportes. Y eso es porque el fútbol tiene mucha tirada,
nos guste o no (a mí me da pena)… El Marca es el periódico más vendido a nivel
nacional (y eso que CR7 ocupa 3 de sus páginas diarias).
“No hacéis nada”.- La semana en
un equipo de fútbol se repartía de la siguiente manera:
LUNES: descanso activo para los
que jugaron. Entrenamiento bastante exigente de los suplentes. En ocasiones,
superexigente y con una tensión brutal. Aquí estábamos los que no habíamos
jugado y queríamos dar la vuelta a la situación. Más de un lunes hubo hostias.
MARTES: descanso total
MIÉRCOLES: Doble sesión,
normalmente una física por la mañana y por la tarde algún entreno de jugadas
trabajadas, táctica, partidillos reducidos (muy exigentes)
JUEVES: partidillo (exigente,
siempre que quisieras jugar)
VIERNES: Descanso activo.
SÁBADO: Algo de chispa,
estrategia, jugadas, partidillo.
DOMINGO: Guerra.
Durante toda la semana hay una
cosa clara: si quieres jugar, tienes que demostrarlo. Aquí no te apuntas y
juegas. No. Aquí no te puedes apuntar al partido que quieras. Aquí te tienes
que dejar las pelotas y demostrarle a una persona que no sólo estás preparado,
sino que estás loco por jugar y en un gran estado de forma. No hay semana que
te la puedas tomar de manera relajada… porque el compañero que está sentado en
el banquillo quiere jugar. Así que no hay tiempo para la relajación. No puedes
quejarte de molestias, decir que no te encuentras del todo bien, porque si
muestras debilidad…juega el otro. Se juega todos los fines de semana y siempre
es una final. Los partidos no son como si fuera el triatlón de Zarautz, que
aplauden a todos los participantes sean de donde sean (¡Pedazo de público el
vasco!). A mí me han insultado de todo, me han escupido saliva que me ha
ocupado toda la cara (y mira que tengo la cabeza grande)… En fin, no es un
mundo tan bonito como parece. Es muy duro y, más aún, cuando estás en una
ciudad lejos de tu casa, pagándote el piso y te adeudan 5 meses… llega el
partido y si lo haces mal, te ponen a parir sin miramientos.
Respecto a los futbolistas, hay
de todo como en todos los gremios, incluido el triatlón. Los hay profesionales,
posturillas, presumidos, humildes, rebeldes, etc.… Bueno, el género vendehumos escasea, puesto
que aquí el nivel está bien claro. No hay posibilidad de vender un nivel… El escalafón está bien estructurado. Jamás un “tercerola”
tendrá más patrocinios que un “primera”. Ni verás a un futbolista mandando
currículos a las marcas… Las marcas van directamente a ellos porque tienen
gente entendida en fútbol para saber en quién emplear su dinero. Por mucho que
alguno se crea que reporta beneficios a sus marcas siendo un tercerola. En el fútbol
no pasa y jamás pasará. Y ojo, respeto a todo el mundo. Si tú pides y te dan…
la culpa es de la marca. Poca gente dice NO a un caramelo gratis.
Un tuercas es un tuercas, sin confusión. |
Quizá los entrenamientos no son
tan duros en cuanto a volumen, pero la intensidad y la potencia que se trabajan
en el fútbol es muy diferente. Tras aprobar la oposición a bombero, y después
de 2 años sin tocar un balón, me “obligaron” (Lo hice encantado, pero muy
presionado, je, je) a jugar un Cpto. de
España de Bomberos. Aguanté 20´; rotura de fibras en el psoas. Arrancar, parar,
arrancar, parar… Se trabajan grupos musculares muy diferentes, pero de ahí a
decir que no hacen nada… Me gustaría que entrenarais un miércoles o un jueves
en un equipo de 2ªB. Allí se corre, se corre muchísimo y a tope.
Y luego está la cuestión de la
¡disciplina! Aquí saco pecho. En el fútbol te vuelves disciplinado a la fuerza.
Llegas tarde… te tocan la cartera. Te suena el móvil… te tocan la cartera
también. Yo he trasladado mucha de esa disciplina y muchos de los valores que
me enseñó el futbol al triatlón. No me salto un entreno, cumplo a rajatabla lo
mandado. No pregunto, ejecuto.
Siempre cuento una historia
cuando veo un DNF… A mí los DNF por causas de salud me parecen normales,
lógicos y correctos. ¡Me jode el DNF porque no sale el día esperado! En fútbol,
si no tienes el día bueno y te están metiendo 5 goles, no puedes decir: “Me
voy, ya no juego más”. El partido no acaba hasta que pita el árbitro y si te
están pintando la cara… ¡te jodes!
Así que, entiendo que despierte
envidia el fútbol y el reconocimiento social que tienen los futbolistas. Es
cuestión de que cada uno admire lo que quiera. Echando en cara al fútbol la
escasa repercusión del Triatlón, nos hace pequeños. Será mejor que empiecen a
ver el Tri como algo precioso (espectacular en mi opinión), sin echar pestes de
otros deportes. Además, con los deportistas de élite que tenemos (Noya, Mola,
Alarza, Eneko, Marcel, etc…), tenemos argumentos más que de sobra para que la
gente se enganche admirando a alguien importante. Yo dejé el fútbol y me enganché al Tri gracias a la admiración
que siento por alguien cercano que me ha transmitido principios y valores de
este deporte tan maravilloso, y que jamás ha rajado del fútbol.
Disfruto del triatlón. Me gusta
muchísimo. Pero no olvido todo lo que me ha dado el fútbol: La gran mayoría de
mis amigos, algún que otro momento en que soñé, y el recuerdo de alguna que
otra pachanga en el Colegio “Caja de Ahorros”.